jueves, 8 de marzo de 2012

DIA DE CAMPAMENTO

domingo 20 de abril de 2008

 


                             UN DIA DE CAMPAMENTO

 

Era como sentirme flotar en nubes de algodón, la visibilidad es casi nula pero eso no me preocupa para nada, un suave sonido solo comparado al de las olas golpeando la arena de la playa, envuelve mi cuerpo y mis sentidos, ese sonido que sale de las conchas de esos grandes caracoles al colocarlo en el oído, así como la sensación del aire rozando todo mi cuerpo, en medio de ese apacible sonido puedo sentir mi corazón latir con suavidad, es una sensación inexplicable. 


El ruido exterior es casi imperceptible no recuerdo haber experimentado nada parecido. El sol aunque implacable es apenas un suave manto impidiendo que el frío se apodere de mi ser. De repente como de la nada una sombra muy negra se va apoderando de todo el lugar, cubriendo lentamente todo a mi alrededor, el silencio aumenta y en medio de la oscuridad apareciendo como de la nada una tenue luz viene acercándose, mientras mas cerca, su luz se hace mas incandescente, se aproxima vertiginosamente como si fuese yo quien la atrajera, estiro mis brazos como tratando de alcanzarla, mi corazón ahora late mas lento y pausado es casi imperceptible, el silencio es absoluto, sin poder ver con claridad, percibo la intensidad de la luz mas cerca de mi, no tengo noción del color, solo se que es demasiado blanca. 
 
De repente ese silencio y esa paz que hace unos instantes me embargaba se ven interrumpidos por algo que parecen murmullos, no logro entender lo que dicen, son muchas voces hablando al tiempo, cada momento son mas fuertes, mi corazón parece volver a latir con mas fuerza que antes, los murmullos se van transformando en gritos sin sentido, la luz empieza a retroceder muy rápidamente, trato de agarrarla pero es imposible, una fuerza desconocida sujeta mis extremidades inferiores, me atenaza de tal forma que es imposible liberarme, los gritos son cada vez mas fuertes, el sol ahora descarga su calor con todas sus fuerzas, abrazando todo mi cuerpo, mi corazón late como queriéndo salir de mi pecho, abro mis ojos, ya puedo ver con claridad.

Me encuentro rodeado por muchas personas, para mi desconocidas , me siento aturdido no logro comprender lo que sucede, trato de incorporarme, todo es muy confuso, de repente alguien se acerca a mi, se agacha como queriendo decirme algo al oído, sigo aturdido, es como haber regresado de un letargo después de mucho tiempo , por fin logro aclarar mis pensamientos, todo gracias a esta persona que casi murmurando me dice 

hermano si no sabia nadar para que diablos se tira a la piscina y todavía a la mas honda “.



 Todo se aclaro para mi, un poco mas y me les tiro el paseo a todos. Definitivamente tendré que aprender a nadar.
Adolfo Rodríguez
Comunicador Social 
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